Mesroda tiene un perro y un cerdo

Esta curiosa leyenda celta cuenta que en la ciudad de Leinster vivía un hombre rico, llamado Mesroda, que tenía un perro que corrría más que ningún otro perro y un enorme cerdo.

El perro se hizo tan famoso que el rey del Ustler y la reina de Con-nachat, cuyos territorios estaban en guerra, querían poseer el animal. La reina ofreció seiscientas vacas lecheras  y un carro con dos caballos. El rey del Ustler, por su parte, le ofreció además la posibilidad de ser aliados.

Mesroda pasó  noches sin dormir, pues temía ser atacado por aquella facción que no recibiera el perro. No sabía qué hacer y lo consultó con su mujer. Ella le aconsejó que ofreciera el perro a ambos y que les dijera que vinieran allí a recogerlo. Seguramente  pelearían entre ellos y les dejarían en paz. Y así lo hicieron.

Cuando llegaron los reyes, Mesroda había matado su gran cerdo para obsequiarles y había organizado una gran fiesta. Empezaron discutiendo sobre quién tendría el honor de trinchar al cerdo y terminaron sacando las espadas y matándose los unos a los otros.

Las huestes de ambas facciones emprendieron la huida y el perro siguió a los carros, hasta que un guerrero de la reina le cortó la cabeza. Así fue como Mesroda perdió su perro y su cerdo, pero salvó su vida y la de su familia.

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