La Vainilla

Una leyenda totonaca cuenta que su tercer rey, Teniztli, tuvo una hija de nombre Xanath, de una belleza tan grande, que la consagró al culto de una diosa, celoso de que algún hombre pudiera casarse con ella.

Un día Xanath acudió al templo a depositar una ofrenda y se encontró con Tzarahuin, un muchacho alegre a quien le gustaba silbar como un jilguero, y entre ellos surgió el amor. El muchacho era pobre y la diferencia de clases dificultaba que el enamoramiento prosperase. A pesar de todo, y de manea fugaz, procuraban reunirse a diario.

Sin embargo, el dios gordo, llamado el Dios de la Felicidad, puso los ojos en Xanath, se prendó de ella y empezó a cortejarla. Xanat trató de esquivarlo, pero el dios se enfureció. Trató entonces de ganarse al padre de la muchacha para que influyera en su favor. A cambio de la relación de algunos secretos divinos, el padre accedió a que el dios gordo se casase con su hija. Xanath se opuso de manera radical a los deseos de su padre y del Dios de la Felicidad y éste. Irritado, le lanzó un conjuro y la joven quedó convertida en una planta de flores blancas y olorosas: la vainilla, que es una especie de orquídea.

Otra versión cuenta que el amor surgió entre la princesa y un joven príncipe. Venado. Este amor era prohibido y Venado secuestró a la princesa con el ánimo de vivir juntos. Sin embargo, los sacerdotes de la Diosa de las cosechas encontraron a los enamorados, los capturaron y los sacrificaron. De la sangre derramada brotó La Vainilla.

Imagen:https://www.google.com/

Acalántide

Era una de las nueve hijas de Píero, rey de Macedonia, llamadas las Piérides. El mito cuenta que cantaban juntas y creían hacerlo tan bien que retaron a las musas. Las hermanas propusieron a las musas darles los ricos valles de macedonia si perdían ellas; y, por el contrario quedarse con el Parnaso si resultaban ganadoras. Y las musas aceptaron.

Las Piérides fueron las primeras en competir y lo hicieron cantando la bravura y el valor de los gigantes en su combate con Zeus. A continuación La musa Calíope dirigió el canto de las musas que celebraron la grandeza y poder de los dioses y de Zeus creador. Las Ninfas, que ejercieron el papel de jueces, dieron a las Musas por vencedoras.

Las Piérides no supieron aceptar la derrota y protestaron agrediendo a sus rivales en el canto. Termina el mito diciendo que todas las hermanas quedaron convertidas en urracas, menos Acalánide que quedó convertida en Jilguero.

Imagen:https://www.google.com/

 La Mudubina

La Mudubina es una flor de agua, en la que, según narra una leyenda zapoteca, se transformó una hija del Emperador del Cielo, como castigo que le infrigieron sus hermanas por haberse casado con un valiente príncipe, hijo del rey zapoteca.

Resulta que El Alba narraba cada noche a las hijas del Emperador del cielo las hazañas del príncipe terrenal y una de ellas se enamoró de él. Bajó a la tierra y salió al encuentro del príncipe. Éste, al verla, quedó prendado, la tomó en brazos y la llevó al palacio. La presentó a su padre y. después de un cierto tiempo, se casaron.

Las hermanas de la novia, que no querían que se casara con un mortal, decidieron castigarla. Una de ellas, transformada en brisa, se llegó hasta la habitación de su hermana y le comunicó que el cielo había acordado que debería quedarse para siempre  en la tierra, pero convertida en flor de agua. Al momento desapareció la anunciadora y nadie viovió a ver a la recién casada. Pero en la laguna Chivele apareció un aflor nueva, que nadie antes había visto, a la que se le le llamó Mudubina.

Sigue la leyenda refiriendo que la tristeza del príncipe fue tan grande, que después de buscarla sin resultado alguno, y conocedor por la Vinnigenda, del secreto de la nueva flor de la laguna, pidió a ésta que le convirtiera en flor también a él. La Vinnigena accedió y el príncipe, por medio de un conjuro, quedó convertido en un nenúfar.

Desde entonces, la hija del Emperador del Cielo y el príncipe zapoteco, viven juntos, transformados en Mudubina y Nenúfar sobre las aguas de la laguna.

Imagen:https://www.google.com/

Maat

Es el equivalente en el mundo griego de la “areté”, la armonía, la virtud, el equilibrio cósmico.

Maat es también la diosa que ayuda a Ra en su ciclo diario a superar el mal. El dios sol Ra cada noche desciende al reino de la tinieblas o inframundo, lo recorre y aparece cada mañana de nuevo. En el recorrido por el inframundo ha de vencer a Apofis, la serpiente del mal. En esta lucha contra las tinieblas, es decir el mal, Ra es ayudado por Maat, que representa el bien.

Suele representarse a la diosa Maat, como mujer sentada o de pie, con una pluma de avestruz vertical sobre su cabeza en perfecto equilibrio, simbolizando la armonía y justicia universal. Otras veces como una mujer con alas.

Imagen:https://www.google.com/

La runamula

Es una leyenda amazónica, según la cual una mujer monstruosa, con cuerpo de mula y cabeza y pecho de mujer, vaga por las noches de luna llena por los poblados y, con sus relinchos asusta a los moradores.

La gente creía que se convertía en runamula aquella mujer que hubiera sido seducida por un misionero de aquellos primeros que llegaron con los conquistadores, o bien por cualquier hombre casado, de modo que estuviera manteniendo relaciones ilícitas o amores prohibidos.

Cuando esto sucedía, no faltaba quien perseguía a la runamula hasta ver en qué casa se metía y cuál era la mujer infiel.  Esta aparecía con heridas y magulladuras por todo el cuerpo, producidas por un jinete  vestido de negro que la había cabalgado y azotado durante la noche. Entonces llevaban a la mujer ante el curandero para ser purificada a base de baños y de varias sesiones tomando la ayahuasca.

Imagen:https://www.google.com/

Academo

Fue el héroe que ayudo a los hermanos Cástor y Polux, llamados los  Dioscuros, a encontrar el lugar donde Teseo tenía oculta a Elena después de haberla raptado. Elena era hermana de Cástor y Polux y éstos dieron en recompensa a Academo una buena porción de tierra como propiedad, a orillas del Cefiso.

Esta propiedad de convirtió en un jardín frondoso y se le llamó Academia, como homenaje a Academo. Más tarde, Platón eligió este lugar para reunir a sus discípulos y hablar de filosofía. A ésta su escuela dio el nombre de (Hekademeia) Academia.

Una tradición dice que allí, en un bosque sagrado del lugar se encontraba la tumba del héroe Academo.

Imagen:https://www.google.com/