Moros

Hijo de Nix y de Érebo, era la personificación masculina del destino y de la suerte. Invisible y oscuro como su madre, era uno de los llamados ‘dioses oscuros’, junto con sus hermanos Tánatos (muerte), las Keres, Hipnos (sueño) y Oniros .

Todos los dioses, incluso Zeus, estaban sometidos a Moros. Tenía sus leyes escritas en un lugar al que podían acceder los dioses a consultarlas. Tenía tres administradoras,  Las Moiras, que eran las personificaciones femeninas del destino y de la suerte.

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Las Chanchas brujas

Según la tradición nicaragüense hay mujeres que se convierten en chanchas, para molestar a las personas, hacerlas enloquecer hasta llegar a la muerte en muchas ocasiones. Andan por los caminos trotando, emitiendo gruñidos desagradables y enbadurnadas de lodo. Atacan a las personas, les muerden en las piernas, les hacen caer, les golpean, les dejan sin sentido y les roban cuanto llevan encima.

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Oya

Diosa yoruba del viento, del fuego y dueña de los panteones y del cementerio. Sincretiza con la Virgen de la Candelaria y Santa Teresa de Jesús.

Cuenta la leyenda que dejó a su gran amor Oggun por Chango, pero siguió siendo su amante.  Como no podía tener hijos, consultó a ‘Babalaô’ y este le dijo que ofreciera sacrificios. Ofreció caracoles de mar, telas coloridas y carne de carnero y, poco tiempo después, dio a luz nueve hijos, por lo que era conocida como ‘La madre de los nueve hijos’.

Es una diosa guerrera cuyo símbolo es una lanza. Se dice que cuando se enfada es peligrosa y que Changó se casó con ella precisamente por su valentía y por los servicios que le prestaba en las guerras.

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Las micas brujas

En la tradición nicaragüense existe la creencia de la existencia de mujeres brujas que se convierten en monas o micas con el propósito de hacer daño a alguna persona en concreto o a las familias. Según el rito, estas mujeres dan tres voltereas para adelante y otras tres para atrás, en este momento vomitan su alma y quedan convertidas en micas (también sirve para convertirse en chanchas o en ceguas). Se suben a los árboles, saltan de un lado a otro, se meten en las cocinas de las casas, se suben a los techos, efectúan robos, tiran piedras… Y terminan por enloquecer a las víctimas contra quienes dirigen sus travesuras, les hacen enfermar y terminan por morir.

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Los Ibeyí (Gemelos)

Son dos dioses yorubas, gemelos, varón y mujer. Según un mito, el demonio había sembrado la tierra de cepos y trampas para cazar a los hombres, y los Gemelos, llamados Taewo y Kainde, le molestaron y le hicieron huir a base de tocar los tambores, sin parar.

Son patronos de los niños gemelos. Es creencia yoruba que  cuando muere un niño gemelo se hace un muñeco y el gemelo superviviente deberá compartir con él todas las cosas, ya que de lo contrario los Ibeyí se lo llevarán.

Se les representa con dos muñecos de madera sentados y unidos con un cordón. Se corresponden en la religión católica con los santos Cosme y Damián. En su fiesta se reparten dulces para los niños.

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