La hija del rey de la tierra de la Juventud

 

Según esta leyenda celta, estaban una mañana cazando Finn, su hijo Oisin y sus amigos, junto al lago Lena, cuando vieron acercarse a una joven hermosa sabre un caballo blanco. La joven se acercó a Finn y le dijo que era hija del rey de la tierra de la Juventud y que hacía tiempo que lo andaba buscado,  que su nombre era Niam. Ante la sorpresa de Finn, la hermosa princesa continuó diciendo que estaba enamorada de Oisín y que había venido para proponerle matrimonio.

A continuación se dirigió a Oisín para preguntarle si quería marchar con ella a la tierra de su padre.

Ante el asombro de Oisín, Niam con su dulce voz, empezó a enumerar toda la belleza de su tierra, por encima de lo que se pudiera imaginar, su inmensa riqueza y la felicidad de sus habitantes, ya que desconocían el dolor, la enfermedad la tristeza y la muerte. De toda esta tierra Oisin sería el rey.

Mientras hablaba Niam, los caballos dejaron de patalear, los perros dejaron de ladrar, los hombres enmudecieron, el viento se calmó y una paz luminosa descendió sobre el lago. Cuando ella terminó de hablar, los amigos de Oisín apenas acertaron a ver cómo éste montaba sobre el caballo blanco, como rodeaba a la joven con sus brazos y cómo desaparecían en el interior del bosque.

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