La Mudubina es una flor de agua, en la que, según narra una
leyenda zapoteca, se transformó una hija del Emperador del Cielo, como castigo
que le infrigieron sus hermanas por haberse casado con un valiente príncipe,
hijo del rey zapoteca.
Resulta que El Alba narraba cada noche a las hijas del
Emperador del cielo las hazañas del príncipe terrenal y una de ellas se enamoró
de él. Bajó a la tierra y salió al encuentro del príncipe. Éste, al verla,
quedó prendado, la tomó en brazos y la llevó al palacio. La presentó a su padre
y. después de un cierto tiempo, se casaron.
Las hermanas de la novia, que no querían que se casara con un
mortal, decidieron castigarla. Una de ellas, transformada en brisa, se llegó
hasta la habitación de su hermana y le comunicó que el cielo había acordado que
debería quedarse para siempre en la
tierra, pero convertida en flor de agua. Al momento desapareció la anunciadora y
nadie viovió a ver a la recién casada. Pero en la laguna Chivele apareció un
aflor nueva, que nadie antes había visto, a la que se le le llamó Mudubina.
Sigue la leyenda refiriendo que la tristeza del príncipe fue
tan grande, que después de buscarla sin resultado alguno, y conocedor por la
Vinnigenda, del secreto de la nueva flor de la laguna, pidió a ésta que le
convirtiera en flor también a él. La Vinnigena accedió y el príncipe, por medio
de un conjuro, quedó convertido en un nenúfar.
Desde entonces, la hija del Emperador del Cielo y el
príncipe zapoteco, viven juntos, transformados en Mudubina y Nenúfar sobre las
aguas de la laguna.
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