Quetzalcoatl
En la mitología Tlahuica se dice que Quetzalcoatl fue un hombre
alto, rubio y barbado del que no se supo su procedencia y que enseñó a los
habitantes de lo que es hoy México conocimientos tales como la astrología, la
orfebrería y otros; y que un buen día desapareció en el mar. Se dice que
renació después como la estrella de la mañana con el nombre de Quetzalcoatl que
quiere decir “serpiente emplumada”.
Otra versión dice que Quetzalcoatl fue hijo de una mujer llamada
Chimalma y del Rey-Dios Mixtocóatl, que reinaba en Tollán. Chimalma estaba
avergonzada por haber tenido a su hijo sin estar casada, puso al niño en una
cesta y lo depositó en un río; unos ancianos lo recogieron, lo criaron, lo
educaron y, llegando a ser un hombre sabio, regresó a Rollán para gobernar
durante años.
Los mayas lo adoptaron como un dios con el nombre de Kukulcan,
que también quiere decir “serpiente emplumada”.
Cuando los españoles llegaron a las costas de la que seria La
Nueva España, al mando de Hernán Cortés, el Emperador Moctezuma, influenciado
por la leyenda que decía que un día volvería aquel hombre alto, rubio y barbado
para esclavizarles, creyó que Hernán Cortés era este hombre y prácticamente
dejó en sus manos el gobierno de su imperio.
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