Eneas
Eneas era hijo de Anquises y de la diosa Venus (Afrodita). Tuvo un papel muy
destacado en la guerra de Troya, siendo uno de los héroes troyanos más
importantes. Mató a muchos griegos e intervino en gran cantidad de combates,
saliendo victorioso en todos ellos. En una ocasión, es herido por Diomedes y su
madre, Afrodita trata de ayudarle, pero es herida también. Entonces intervino
Apolo, arrastrándole lejos de la batalla envuelta en una nube y lo salvó. En
otra ocasión es Posidón quien le salva en una situación de peligro parecida a
la anterior.
Existían
dos profecías que él conocía bien: que fundaría una ciudad y que destruiría
Cartago.
Eneas y Dido
Terminada
la guerra de Troya, Eneas huyó en medio de las llamas, llevando a cuestas al
anciano Anquises y Ascanio en brazos, cargando además con los dioses más
sagrados de Troya. Emprendió el viaje hacia esas tierras que anunciaba la
profecía con un grupo de los suyos. Cruzaron el mar Egeo y llegó a Sicilia,
patria de los cíclopes, de donde pudieron escapar. Juno les hizo naufragar en
las costas africanas, porque intentaba proteger a Cartago.
En
Cartago Eneas conoció a Dido, la reina. Venus hizo que se enamoraran, pero
Eneas la dejó pensando que tenía otro destino. Dido decidió suicidarse y
maldijo a Eneas declarando que Cartago y la nueva ciudad que fundara,
siempre serían enemigas. Entonces se suicidó con una
espada.
Eneas y Lavinia
En la
costa de Italia, cerca de Cumas, Eneas se encontró con la Sibila, la profetisa
que custodiaba la cueva que llevaba a loa infiernos. Ésta le llevó allí y le
mostró su futuro como fundador de una ciudad y de toda una nueva generación de
gentes.
Cuando
Eneas llegó al Lacio, acordó con su rey Latino que se casaría con su hija
Lavinia. Esto enfureció a Turno, rey de los rótulos, pues estaba prometido con
ella. Turno les declaró la guerra, que duró varios meses hasta que Eneas logró
matar a Turno. Eneas unió ambos bandos bajo su mandato y fundó la ciudad de
Lavinio, entregando después su poder a Roma.
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