El Hornero
En una leyenda guaraní, se cuenta la historia
de Jahé, el hijo único de un indio anciano, el cual, estando de caza, vio salir
del agua de un río una hermosa joven de la que se enamoró inmediatamente. El
muchacho quiso pedir su mano para casarse con ella, pero la joven tenía otros
muchos pretendientes. Entonces, el cacique de la tribu dispuso que los
pretendientes pasaran por una serie de pruebas y que fuera el ganador, quien se
quedase con la joven muchacha.
La prueba principal consistía en envolver a los
pretendientes con las pieles mojadas de los animales. Estas pieles se iban
secando y contrayendo, apretando así cada vez a los jóvenes pretendientes.
Éstos fueron retirándose Yno de tras de otro, hasta que quedaron dos solamente:
Aguará y Jahé. Aguará por fin se rindió. Jahé permaneció por el amor de la
muchacha, pero se olvidaron de él, Cuando vinieron a buscarlo, vieron que de
debajo de las pieles saliò un pequeño pajarillo que se posó en un rama, volando después
a la selva. Termina la leyenda diciendo que allí lo esperaba la hermosa joven,
convertida también en pajarillo. Construyeron su hogar con paja y barro. Este
pajarillo que construye su nido con paja
y barro es el Hornero. Los guaraníes creen que estos nidos no se ben destruir,
pues su destrucción provoca las tormentas.
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