lunes, 25 de febrero de 2019


El pecho colorao

Esta leyenda araucana tiene origen en los Montes del Tordillo, en las proximidades del Tuyú.
Cuentan que Huecubú, el demonio siempre dispuesto al mal, se disfrazaba de pájaro negro con un plumaje tan brillante como no había otro igual.
Volando por esos montes, una mañana luminosa, oyó los trinos de la calandria y de inmediato se encaminó al punto de donde partían.
Pensó deslumbrarla inmediatamente para absorber su atención, con su vistoso plumaje, haciendo gala de su extremada delicadeza.
-Buenos días, vecinita. Quisiera saber cuál es el nombre del pájaro más hermoso que has visto por estos lugares.
Imaginó que la fama de cualquier otro quedaría empañada con su presencia. Mas, cuál no sería su sorpresa, cuando la simpática avecilla le contestó con su cortesía habitual:
-El que canta en la copa del chañar amarillo, señor.
Dominado por la envidia, cortó entonces una espina de tala y sin proferir una palabra más, voló en dirección del chañar amarillo.
El inocente pájaro señalado estaba en la puerta de su nido, cuando recibió un flechazo que le causó punzante herida.
Cayó al pie del árbol sin sentido, creyendo morir de dolor. Pero una voz desconocida –era la del mismo Dios- le anunció:
-Serás compensado de tu injusto sufrimiento.
E inmediatamente la sangre se contuvo, el pajarillo recuperó sus fuerzas y voló nuevamente a su nido.
Huecubú se retorcía de ira. El pajarillo lucía sedoso plumaje en el que destacaba una mancha roja que le otorgaría en el futuro, el nombre de pecho colorado.

Clelia Gómez Reynoso

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Imagen: https://www.google.com

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