Leyenda de Francisco “El Hombre”
Parece ser que
existió realmente el personaje sobre el que se fraguó la leyenda. Dos son los
Franciscos de los que se pudo partir. Uno de ellos sería natural de Machobayo y
el otro de Plato, poblaciones ambas
colombianas. El primero, de nombre Francisco Moscote es nombrado por García
Marquez en “Cien años de soledad”. Dice de él que era una especie de juglar
centenario que solía aparecer por
Macondo cantando sus propias canciones. Sobre el otro, de nombre Francisco
Rada, al que se le atribuye la creación de un aire del vallenato, llamado “el
son”, se rodó una película en el año 2000, titulada “El acordeón del diablo.”
La historia cuenta
que Francisco “el hombre” era un músico juglar que viajaba de pueblo en pueblo
amenizando las fiestas de los lugareños. Una noche que viajaba sobre su borrico
interpretando melodías en su vieja acordeón, se vio sorprendido por la réplica
sonora que recibía desde la oscuridad de cada una de sus canciones. A cada
melodía alguien le respondía superándole en la interpretación. Lleno de
curiosidad, siguió la procedencia del sonido y descubrió con asombro que era el
mismo diablo quien arrancaba esas melodías formidables, sentado con su acordeón
en las raíces de un árbol.
El diablo
sonrió y tocó con su acordeón tal melodía que hizo apagar la luz de la luna y de las estrellas. Francisco no se
arredró, sino que de la suya arrancó tan hermosa melodía que hizo brillar de nuevo los astros
del firmamento. Después, con voz firme recitó el credo al revés y el demonio
asustado, huyó hacia la espesura arrastrando su acordeón.
(Resumen de lo
recogido en la red)
Imagen:https://www.google.com
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