Serapis

Fue Ptolomeo quien declaró a Serapis como divinidad de Gracia y de Egipto con la idea de unir a ambos pueblos culturalmente. Es pues una divinidad sincrética, se sintetiza en una imagen las prácticas de las dos culturas. La imagen antropomorfa se tomó de las ideas religiosas de los egipcios, se tomó la venerada divinidad del buey Apis, asimilado a Osiris, dios del inframundo. Serapis pues es un caso ejemplar de sincretismo. En Alejandría, la estatua de Serapis era totalmente griega, con los atributos  de Hades. Posiblemente fue Ptolomeo Soter quien fijó esta iconografía,

El nombre de Serapis, deriva del nombre egipcio ‘Userahapi’, que es una contracción de Osiris y Apis. Por todo el mundo griego, llegando hasta Roma, se extendió el culto a Serapis, Después Alejandro Severo llevó este culto hasta el último rincón del imperio romano. En sus templos se veneraba como dios de la curación y de interpretación de sueños.

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