Ra
En la mitología egipcia, Ra es el dios del Sol, el responsable del ciclo de la vida. Se le representa con cuerpo de hombre y cabeza de halcón. Ra nació de un huevo que surgió del interior de la penumbra primitiva. Podía transformarse en lo que quisiera y prefería hacerlo en forma de pájaro. Tenía tal poder que las cosas existían sólo con nombrarlas. Creó el sol, nombró a Shu y se hicieron los vientos, nombró a Tefnut y llegó la lluvia, nombró a Geg y se formó la tierra y para que le hiciera compañía nombró a la diosa Nut.
Más tarde nombró a Hapi y nació el río Nilo. Fue nombrando todas las cosas y se fueron creando, Por último, nombró a los hombre y mujeres. Después, él mismo tomó la forma de hombre y fue el primer faraón de Egipto, gobernándolo durante miles de años.
Pero, como hombre que era empezó a envejecer y sus súbditos le perdieron el respeto. Entonces Ra, convocó a los doses que había creado y les pidió consejo. Los dioses le aconsejaron que destruyera a los hombres. Entonces Ra, creó a su hija Sekhmet en forma de leona sanguinaria y cruel, para que persiguiera y asesinara a los humanos. Todos los egipcios corrían a esconderse y el pueblo entero se encontraba sumido en el espanto y el dolor.
Ra tuvo entonces compasión de los hombres y quiso dulcificar a su hija. Para engañarla hizo mezclar grandes cantidades de ámbar con cerveza y la mezcla, a la luz de la luna tomó el color de la sangre. Cuando Sekmhmet vio la mezcla, creyó que era sangre y la bebió con fruición hasta la embriaguez y no pudo seguir matando. Ra cambió el nombre de su hija por el de Hathor, convirtiéndose en la diosa del amor y de la dulzura.
Ra era muy anciano pero sabía que su poder estaba en su nombre secreto y que nadie que no conociera su nombre podría arrebatarle el gobierno de Egipto. La diosa Isis, que era la más sabia se propuso descubrir el nombre secreto de Ra y empezó a seguirlo a escondidas. Un día vio que Ra babeaba y que una gota cayó al suelo. Isis cogió el barro y modeló una serpiente., puso la serpiente en el camino por donde paseaba Ra y la serpiente le mordió. Ra gritó de dolor y los dioses acudieron a su encuentro. El dolor que sentía Ra era insoportable. Isis se le acercó y le prometió que sólo sus poderes mágicos le calmaría el dolor si a cambio él le decía su nombre secreto. Ra hizo jurar a Isis que no lo diría a ningún dios ni a hombre alguno, que lo pasara a su hijo Horus y que éste, a su vez lo pasara a su descendiente, y así de generación en generación, y siempre en secreto.
Isis juró y el dolor desapareció del cuerpo de Ra. Ra no gobernó más y volvió al cielo, donde pasea siguiendo el camino del Sol.