El

Llamado también “El Toro El”, era el padre de los dioses en la mitología cananita. Se le conocía también como “El Elyón o El Dios más Grande”.

Estaba casado con la diosa Ashtoreth. Se suele representar como un anciano, a veces con alas y con cuernos de toro.

Los mitos cananitas narran las luchas entre los dioses, sobre todo entre los dos hijos de El: Baal, dios de la tormenta, y Yamm, dios de los mares y los ríos. A pesar de que El ayuda a Yamm, es Baal quien acaba triunfando.

Rivales

Yamm estaba celoso de su hermano y exigió a los dioses que Baal fuese su esclavo. Los dioses temían el poder de Yamm y accedieron, pero el dios de la artesanía, Kotar, le dio a Balaal dos armas (“conductor y cazador”) y con estas dos armas Baal tiró al suelo a Yamm. Cuando iba a matarlo, su madre, Ashtoreth lo detuvo y le dijo que Yamm quedaría bajo la custodia de los dioses.

La feroz Anath

Tras la victoria sobre Yamm, Baal y su hermana Anath, diosa del amor y de la guerra, pidieron a los dioses que les permitieran construir un palacio. Kotar, el dios de la artesanía diseñó un palacio sin ventanas para que Yamm no pudiera espiar a las concubinas de Baal. Al fin, dejó una ventana para que Baal pudiera enviar la lluvia, los rayos y los truenos.

Su hermana, Anath, organizó un banquete en el palacio, al que invitó a todos los enemigos de Baal. Una vez reunidos, ella cerró la puerta y los mató. Se decía que se introdujo en su sangre hasta las rodillas y que se colgó del cuello las cabezas de sus víctimas.

Baal

Tras vencer a Yamm, Baal proclamó su enemistad con Mot, el dios de la muerte. Pero Mot era el dios preferido del gran dios El. Entonces Mot envió un mensaje terrorífico, cuyo contenido no se conoce, que hizo que Baal se declarara esclavo de Mot para siempre.

Cuando Baal murió, el gran dios El lloró, le puso polvo en la cabeza y le cortó las mejillas. Anath, su hermana, llevó su cuerpo a enterrar al monte Zafón.

 

Resurección

Durante siete años estuvo Baal  muerto. Fueron años de sequía y hambre, hasta que Anath, furiosa, fue a buscar a su hermano y vio que Mot se jactaba de haberse comido a Baal. Entonces Anath cogió la espada, hirió a Mot, lo abentó con su abanico, lo quemó, lo molió con su molinillo y lo sembró en la tierra.

Baal resucitó, pero Mot también y volvieron a luchar. Al final, Shapash, la diosa del sol, los detuvo al convencerlos de que tuvieran un reino cada uno, uno arriba y otro abajo y que vivieran separados.

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