Lares

Los romanos creían en Los Lares, unos dioses gemelos protectores que guardaban las casas y vigilaban los cruces de los caminos. Solían representarse llevando cuernos y copas para beber.

Eran hijos de Mercurio, el mensajero de los dioses y de Mania, diosa de la locura. Los Lares solían pedirle prestados sus perros a Diana, la diosa de la caza, para ahuyentar a los ladrones y malhechores.

Los romanos tenían en sus casas un altar donde veneraban a los Lares para que éstos les protegieran.

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