En
prácticamente todas las mitologías, los humanos bajan al reino de la muerte en
busca de respuestas por parte de los dioses. Como en el Hades griego, los
héroes pueden visitar los infiernos para rescatar a un amigo o a una amada.
Es común a
todas las culturas cuestionarse los secretos del más allá: la mortalidad y la
inmortalidad; la búsqueda de la verdad; el juicio final, etc.
Los egipcios
concebían el más allá como un estrecho valle atravesado por un río y separado
de este mundo por una cordillera.
Los “Guarayú”
de Bolivia explican que el alma del muerto puede elegir entre un sendero amplio
y cómodo y otro estrecho y peligroso. Si se escoge el estrecho el alma ha de
sortear muchos peligros hasta reunirse en el paraíso con el “Abuelo”.
Una de las
pruebas es pasar junto al árbol que conoce todos los secretos de la vida pasada
del muerto y no hacerle caso ni escuchar su voz.
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