LA INMORTALIDAD
La
inmortalidad suele ofrecerse en las mitologías distintas como premio y descanso
final para los héroes y humanos bondadosos. Así el “campo de los juncos” de
Egipto, como en el “elíseo” de los romanos, aparecen como ejemplo de esos
lugares de felicidad.
Pero no
siempre la inmortalidad aparece como un bien. El mito griego de la sibila de
Cumas advierte sobre ello. Apolo se enamoró de una joven vidente y le prometió
concederle cuanto pidiera. Ella pidió vivir tantos años cuantos granos de arena
pudiera coger. Apolo le concedió el deseo, pero cuando ella lo rechazó, le
retiró el don de la eterna juventud. Ella envejeció y pasaba sus años en un
tarro como un insecto. Cuando alguien le preguntaba qué quería, contestaba:
“Quiero morir”.
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