Yayael
Según el mito cubano, Yayael era hijo del dios creador y
origen de la vida Yaya. Yayael obedeció s su padre hasta que fue adolescente.
Entonces discutía con su padre llegando a faltarle al respeto en ocasiones. Yaya,
entristecido, ordenó a su hijo que se marchase de casa y que no volviese hasta
pasadas cuatro lunas. Cuando Yayael volvió a casa, volvieron las discusiones y,
furioso, Yayá mató a su hijo.
Pronto se arrepintió, recogió los huesos de Yayael, los metió
en una calabaza y la colgó del techo de la cabaña. El paso del tiempo no mitigaba
el desconsuelo de Yaya. Un día junto con su esposa quiso volver ver a su hijo,
descolgó la calabaza y en lugar de los huesos, encontró muchos peces de muchos tamaños
y muchos colores. Para unirse a su hijo, decidieron comerse los peces, pero cuantos
más comían, más aparecían, nunca se acababan.
Una noche, los cuatro gemelos sagrados que la madre tierra había parido, se acercaron a la cabaña de Yaya, descubrieron la calabaza, vieron los peces y se los comieron. Al oír que Yaya se acercaba, quisieron huir y se les cayó la calabaza y se rompió. Brotó entonces un inmenso caudal de agua que fue cubriendo la tierra de lagos, ríos, mares y océanos. Así fue cómo el mito explica que nació el mar de los huesos de Yayael.
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