La laguna del Barva

 

Esta es una leyenda de Costa Rica, en la que se narra cómo el cráter del volcán Barva se convirtió en una laguna.  Antes de que llegaran los conquistadores al Valle del Abra, vivían allí unos aborígenes tranquilos y habilidosos. Resultó que a una de sus aldeas, llegó un día un grupo de extranjeros, cuyo jefe llevaba en la mano un arbolito matasano con una  serpiente arrollada a su tronco. Esta comitiva era una representación del pueblo azteca que venía a cobrar tributos de maíz, cerámica, mujeres, esclavos etc. A cambio querían dejar en la aldea el arbolito matasano y la serpiente. Al depositarlos en tierra, en el lugar donde se paró la serpiente empezó a brotar agua. Los aldeanos se asustaron y pidieron a los ‘calpixquis’, que así se hacían llamar los recaudadores, que dejaran el arbolito matasano, pero que se llevaran la serpiente. Así lo hicieron, pero en su viaje de regreso, al subir a la montaña, dejaron la serpiente en el cráter del volcán Barva. Entonces empezó a brotar agua y se formó la laguna del Barva.

Tiempo después, dice la leyenda que la serpiente se salió de la laguna y bajó al poblado y andaba de una casa a la otra devorando  niños. Los pobladores pidieron consejo al ‘sukia’ y el mago les dijo que para saciar el hambre de la serpiente deberían, cada año sacrificarle algunos niños y así se hizo. Termina la leyenda diciendo que los padres de los niños sacrificados recibían de la serpiente alimentos para todo un año.

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