Admeto

Fue rey de Feras y uno de los argonautas que participó en la caza del Javalí de Calidón.

Según el mito, mató a los cíclopes, recibiendo por ello el castigo de ser esclavo de un mortal durante un año. Sin embargo, Apolo se hizo pastor de Admeto y fue tal el trato que recibió de éste que hizo parir a todas sus vacas terneros gemelos como recompensa. También Apolo ayudó a Admeto a conseguir la mano de Alcestis, la hija del rey del Yolco, Pelias, Este exigía al pretendiente que fuese capaz de uncir un javalí y un león a un carro; entonces  Apolo los ato al yugo y Admeto condujo el carro ante Pelias.

Admeto en su casamiento con Alcestis ofendió a Artemisa por olvidarse de hacerle un sacrificio y ésta llenó la habitación nupcial de serpientes, siendo Apolo de nuevo quien aconsejó a Admeto que desagraviara a la diosa, ofreciéndole un sacrificio.

El favor más grande que Apolo hizo a Admeto fue emborrachar a las Moiras para que se olvidaran del día que Admeto tenía predestinado para morir. Las Moiras aceptaron, a condición de que hubiera alguien que muriese en su lugar. Admeto no encontró a nadie que quisiera hacerlo, ni siquiera sus viejos padres aceptaron; y tuvo que ser su esposa Alcestis la que quiso morir en su lugar por amor.

Una leyenda cuenta que Heracles luchó contra Tánatos y liberó a Alcestis de la muerte, mientras otra leyenda cuenta que fue Perséfone quien la hizo volver al mundo de los vivos.

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