El secreto de Maón – Leyenda celta
Maón era un poderoso rey del Eire que tenía las orejas tan
grandes como las de un caballo y se dejaba el pelo largo para que nadie las
viera. Una vez al año escogía por sorteo a un hombre del pueblo para que le
cortara el cabello y a continuación la mandaba matar para que nadie supiera de
la monstruosidad de sus orejas.
Una vez le tocó en suerte de cortarle el pelo a Maón a un
joven hijo de una madre viuda y anciana. El muchacho le rogó que no lo matara y
Maón le perdonó a condición de que no lo dijera a nadie jamás.
El joven se obsesionó tanto con la responsabilidad del
secreto que enfermó gravemente. Su madre llevó al muchacho a la presencia de un
Druida para que le aconsejara. Éste le dijo que allí donde encontrara un cruce
de cuatro caminos, girara a la derecha y al primer árbol que encontrara le
contara el secreto que le acobardaba.
El primer árbol que encontró fue un sauce y a él le contó su
secreto aproximando sus labios a la corteza. En ese instante el joven se sintió
curado.
Poco tiempo después, al famoso arpista de palacio se le
rompió el arpa y coincidió que escogió el sauce depositario del secreto, para
construir un arpa nueva con su madera. Así lo hizo, pero cuando quiso estrenar
su arpa nueva ante el rey, se sus cuerdas salieron estas palabras: “El rey Maón
tiene dos orejas de caballo”.
Como su secreto había quedado al descubierto, el rey Maón decidió
mostrarse tal cual era y no condenar a morir
a quien en adelante le cortara su cabello.
Imagen:https://www.google.com/
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