El Ramayana
Narra
la vida terrenal de Rama, el séptimo avatar del dios Vishnu. La historia
principal de esta epopeya hindú trata del amor de Rama por la bella y virtuosa
princesa Sita, el rapto de Sita por parte de del demonio Ravana y su rescate
cuando Rama vence al demonio.
Rama
aparece con algunos defectos como el ser celoso y vanidoso. Estos defectos los
corrige cuando se reúne con Sita en el cielo.
A
Rama se le venera por ser un esposo que, a diferencia de la mayoría de los
dioses, es fiel a su única esposa.
Rama y Sita
Rama
era hijo del rey Dasharatha y en un viaje a la corte del rey Janaka conoció a la hija de
éste, Sita y se enamoró de ella. El rey Janaka organizó una competición de
arqueros para que Sita escogiera su esposo, y Rama ganó. Fue el único que podía
sostener el pesado arco que había sido el arma de Sihva. Se casaron y eran
felices.
Tras
un tiempo, Rama empezó a tener celos, discutieron y fueron expulsados a vivir
en el bosque. Ravana, el más poderoso de los demonios, ideó un plan para vencer
a rama y raptar a Sita.
Ravana
El
gran demonio Ravana sabía que Rama tenía pasión por la caza, así que disfrazó a
otro demonio de ciervo y, mientras Rama perseguía al ciervo, Ravana se abalanzó
sobre Sita y se la llevó a su palacio de Lanka. Cuando Rama volvió y se enteró,
se afligió y un espíritu le aconsejó que le pidiera ayuda al rey de los monos,
Sugriva. Éste, a cambio de algunos favores recibidos de Rama, le proporcionó
los servicios del general Hanuman.
Hanuman
era un mono que tenía poderes mágicos y volando encontró a la prisionera
rápidamente. Construyó un puente sobre el mar hasta Lanka y atacó el palacio.
Rama mató a Ravana y rescató a Sita.
Exilio
Rama
hizo caso a los rumores de que Sita había sido infiel mientras estaba cautiva,
se sintió celoso y la mandó al exilio.
En
el exilio Sita conoció al sabio Valmiki y dio a luz dos gemelos en la ermita de
éste. Rama no conoció a los niños hasta que fueron adultos. Entonces se dio
cuenta de que eran hijos suyos y convocó a su esposa al palacio.
Muerte
Sita
Regresó, pero no era feliz. Entonces llamó a la Madre Tierra para que la
llevara a su seno como prueba de su fidelidad. La Tierra se abrió delante de
ella y Sita cayó por el agujero.
Rama
se entristeció, al comprender que había perdido a Sita por celos infundados y
se arrojó a la sima detrás de ella.
Ambos
se reunieron en el cielo, donde viven felices.
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