Shiva y daksha

Shiva fue expulsado del cielo por haberle cortado una cabeza a Brahma. Un hijo de Brahma, Daksha, quiso casar a su hija Sati y preparó una fiesta de compromiso. En medio de la fiesta, Daksha pidió a su hija Sati que escogiera a su esposo de entre los dioses reunidos, tirando una guirnalda.

Tan pronto como Sati tiró la guirnalda, Shiva, que no había estado invitado a la ceremonia, se presentó y la atrapó. Para disgusto de Daksha. Sati y Shiva se desposaron.

El baile de Shiva

Dahsha y Shiva siempre estaban disputando. Esto Sati no podía soportarlo y se arrojó al fuego del sacrificio. Shiva atacó a Daksha y le cortó la cabeza. Luego envió unos demonios al cielo en busca del cuerpo de Sati y cuando se lo llevaron, Shiva bailó el baile de la muerte con su cadáver.

Shiva, afligido por la muerte de su esposa se puso a bailar este baile antes de tiempo, pues el propósito de esta danza era lograr el fin del cosmos.

Parvati

Vishnu, el protector, intervino haciendo que la esposa de Shiva renaciera como Parvati, una diosa todavía más bella que Sati.

Shiva decidió que debía resucitar al padre de su esposa, Daksha. Pero los demonios había robado la cabeza de Daksha y no podía recuperarla. Entonces en su lugar, utilizó la cabeza de una cabra. Esta decisión no gustó nada a Daksha y por este motivo siguieron siendo enemigos.

Shiva y Parvati

La relación entre Shiva y su esposa Parvati no siempre era fácil. En una ocasión Parvati le tapó los ojos a Shiva con las manos, con lo que llevó la oscuridad al mundo, enfadando a Shiva.

Normalmente Parvati tenía una influencia tranquilizadora sobre Shiva, pero a veces, la ligereza de Parvati irritaba a Shiva como el día en que él le estaba leyendo las escrituras y ella se durmió o cuando discutieron por un juego de dados.

Skanda

Los dioses temían que la descendencia de Shiva y Parvati tuviese demasiado poder y, por eso, cuando éstos hacían el amor, los dioses los interrumpían, y el semen de Shiva se derramaba en el río Ganges y allí se fertilizaba.

Así nació Skanda, dios de la guerra, que venció al demonio Taraka, el cual amenazaba con destruir el mundo. Los dioses lo convirtieron en su general y Parvati lo aceptó como hijo.

El Dios Elefante

La diosa Parvati quería un hijo que la protegiera, así que lo creó a partir de aceite de baño y de los restos de piel desprendidos de su cuerpo cuando se bañaba. Así nació Ganesha.

Ganesha le dijo a Shiva que ya no podría entrar en la habitación de Parvati, pues él, Ganesha, era su protector. Shiva se enfureció y le cortó la cabeza a Ganesha.

Parvati se afligió y entonces Shiva quiso reemplazar la cabeza y lo hizo con lo primero que encontró: la de un elefante. Desde entonces Ganesha tiene la cabeza de elefante.

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