La laguna Guaycaybá
Guacaybá era un
cacique de la tribu de los Coreguajes, asentada a orillas de río Orteguaza, en
el departamento colombiano de Caquetá, a quien no le gustaba que las personas
de su tribu se mezclasen con las de las tribus vecinas.
Guacaybá tenía
una hija, llamada Jurewati, que acostumbraba
a salir acompañada de una amiga a recoger maní y uvas silvestres. En una de
estas salidas conoció a Juereño, un joven guerrero de otra tribu. Se gustaron
mutuamente y, desde este día todas las tardes se encontraban en el mismo sitio.
Al cabo de un
tiempo, el joven Juereño se presentó ante Guacaybá y le pidió la mano de la
princesa Jurewati. Guacaybá se enfadó tanto que mandó atar al joven guerrero
encima de un hormiguero donde las hormigas le mordieron hasta darle muerte. Jurewati corrió hacia el lugar y
murió de pena junto al cuerpo de su amado.
La leyenda
termina contando que, al enterarse,
Guacaybá se arrepintió y derramó tantas lágrimas que formaron una laguna
que lleva su nombre desde entonces. Se dice también que en las noches de luna
llena, puede verse a Guacaybá llorando junto al gua, que, como las lágrimas,
sabe también salada.
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