El Arco Iris
En castellano además de Arco Iris, Arco del cielo, Arco
de San Martín, se le llama también de otros modos, en lugares concretos:
En las islas Canarias se le llama “Arco de la Vieja”; en
Aragón, Arco de Noé y Arco de San Juan; En Castilla, Extremadura y parte de
Andalucía, Arco de San Marcos, Arco de San Roque y Arco del Señor; en Navarra,
Arco del sol, Arco nuevo, Cinta de san Juan, Faja de Dios; en otros sitios de
Andalucía, simplemente El Arco.
Iris
El arco recibe el nombre de la diosa Iris. Era la
mensajera de los dioses según la mitología griega. Aparecía representada con
alas y cubierta con un velo que se descomponía en los diferentes colores del
espectro cuando recibía la luz del sol.
Simbolizaba la unión del cielo con la tierra.
Puente o Paso
Tradicionalmente el Arco Iris, así como la Vía Láctea han
sido considerados como “puentes” entre los ámbitos de la existencia, como la
posibilidad de pasar de un estado de conciencia a otro.
El puente tendido sobre un río o sobre un abismo es el
elemento que une dos extremos y está siempre presente en las leyendas, sobre
todo en las célticas y las tradiciones folclóricas para reemplazar la figura
del “Barquero”, el Caronte cuyo oficio consiste en trasladar las almas al otro
lado.
Puente celeste
Según la Biblia, el Arco Iris apareció después del
Dilubio Universal como un signo de alianza de Dios con los hombres y con los
seres vivos.
El Arco Iris es considerado como el puente del cielo. En
todas las tradiciones suele tener el significado de establecer la comunicación
entre este mundo y los mundos superiores:
Entre los hebreros, es el símbolo de la alianza de Dios
con su pueblo.
En China es el símbolo de la unión del Cielo y de la
Tierra.
Entre los escandinavos y también entre los persas y
árabes, en Africa Central y hasta en algunos pueblos de América del Norte, es
el punto que relaciona el mundo sensible con lo "suprasensible", es
el puente de los dioses.
Bifröst
En mitología nórdica, Heimdall, dios de la luz, es el
guardían del Arcoiris: Bifröst.
Este era un puente que unía a Midgard (la tierra de los
hombres) con Asgard (la tierra de los dioses) y terminaba bajo la sombra del
poderoso árbol Yggdrasil, cerca del cual se encontraba el manantial y las
fuentes de la sabiduría que Mimir, el gigante de la mitología escandinava,
guardaba celosamente.
Lama - Arco Iris
La tradición Tibetana habla de un Lama que fue tan santo
en vida que, cuando murió, su cuerpo se desintegró y se convirtió en Arco Iris.
Los reyes tibetanos eran considerados dioses y su
divinidad se manifestaba a través de su resplandor que tenían en la coronilla.
Era como una cuerda de luz. Cuando morían se disolvían como un Arco Iris,
empezando por los pies, llegando a la cabeza que se fundía con el cielo.
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