A Verónica no le gustan los cementerios
Hay muchas leyendas sobre Verónica, pero ésta me ha llamado
mucho la atención. Se la contaron a una amiga mía y comienza así: un día se
reunieron un grupo de amigos para hacer espiritismo, pero no encontraron una
casa en donde hacerlo, y pensaron hacer espiritismo en un cementerio. A casi
nadie les gustó la idea, pero les pareció muy emocionante y accedieron. Una vez
que llegaron al cementerio, no supieron a quién invocar, y a una chica se le
ocurrió invocar a Verónica. A la chica le gustaba mucho Verónica, se sabía
muchas historias de ella, pero nunca se le había ocurrido invocarla a ella para
que le contara su verdadera historia. Se colocaron y empezaron todos a invocar
a Verónica, pero no ocurrió nada; todos se empezaron a impacientar, pero la
chica no, estaba totalmente convencida de que Verónica iba a aparecer.
Pasadas varias horas, ya lo dejaron y la chica se quedó muy
callada y seria. A los dos días, la chica comentó a sus amigos que le ocurrían
cosas muy extrañas por la noche. Un amigo le dijo que se quedaba una noche en
su casa para ver si era verdad o invenciones. Ya la chica y el chico se fueron
a la cama y empezaron a escuchar unas voces muy raras, como si vinieran de
lejos. El chico y la chica empezaron a tener miedo cuando esas voces se
hicieron más claras e intensas, pero entonces las voces pararon y el chico le
preguntó a la chica si era una broma y la chica le dijo que no, que era
Verónica, que no le gustaba lo que habíamos hecho; pasados unos minutos, en un
espejo se podía ver la silueta de una mujer. La chica y el chico empezaron a
temblar, y escucharon lo siguiente de una voz que veía desde lejos:
—No me gustan los cementerios; no sabéis nada de mí.
Se dice que al chico y a la chica Verónica les contó su
verdadera historia, pero nunca se sabrá la verdad, ya que se volvieron locos.
El chico se suicidó y la chica se intentó quitar la vida pero no pudo, y ahora
está en un manicomio. Cada vez que le pregunta por aquella noche, ella se
vuelve histérica y no puede hablar, no le deja Verónica. Nadie sabe la verdad,
pero algo grave tuvo que ocurrir.
Recopilado por Rafael Ríos Moya (De la red)
Imagen:https://www.google.com
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