El Kalevala - Epopeya filandesa
Elias
Rönnrot (1802 - 1884) era un folclorista finés que, además de escribir
canciones, dedicó gran parte de su vida a recoger y recopilar cuantas pudo de
lapones, filandeses y estonianos.
Con las canciones, proverbios y enigmas
tradicionales combinados, compuso un solo poema épico, la epopeya nacional de
Finlandia a la que llamó El Kalevala. Este poema dio a los finlandeses una
historia mítica y heroica además de establecer el finés como idioma nacional.
Tres aventureros
En este
poema de más de 22.000 versos se narra la creación del mundo y la lucha entre
dos países: Kalevala, tierra de los finlandeses y Pohjola, la tierra del Norte.
Väinámóinen
era un músico que tocaba un instrumento parecido a un arpa llamado “kantele”.
Este músico, junto con otros dos héroes, el herrero Ilmarinen y el aventurero
Lemminkäinen cortejaron a la Princesa del Norte y se mueven en torno a la
historia del misterioso “sampo”, de rito como un molino que fabrica harina, sal
y oro.
Luonnotar y Väinämöinen
Antes de
que existiera el cielo, la tierra y el agua, un pato anidó en la rodilla de
Luonnotar, hija del aire y madre del agua. Los huevos cayeron de su rodilla y
se rompieron. Los trozos formaron el cosmos; las cáscaras se convirtieron en el
Cielo y la Tierra; las yemas en el sol y las claras en la luna.
Luonnotar
estuvo embarazada sin saberlo durante setecientos años, hasta que su hijo
Väinämöinen nació ya anciano. Inmediatamente se le consideró sabio y el dios de
la canción y de la poesía. Éste venció al gigante Joukahainen en una
competición musical y como premio obtuvo a Aino, hermana del vencido. Aino que no
quería casarse, se ahogó, por lo que Väinämöinen viajó hasta Pohjola, la tierra
del Norte, buscando una esposa.
Väinämöinen y Louhi
Para
llegar a la Tierra del Norte, Väinämöinen tuvo que nadar durante dos días.
Agotado y a punto de ahogarse fue rescatado por un águila. En la orilla, se
encontró con Louhi, rey de Pohjola, quien le prometió darle en matrimonio a su
hija, si le daba a ella un “sampo”, el molino mágico que fabricaba oro, harina
y sal.
Väinämöinen
acepto, pero se encontró con la hija del rey y le pidió que se casara con él
aun sin tener el “sampo”. Ella acepto si él era capaz de tejer un huevo, pelar
una patata y partir un cabello en dos con un cuchillo sin afilar. Por culpa de
unos espíritus que le envió Louhi, no pudo realizar estas tareas, por lo que
Väinämóinen decidió volver y pedirle a su hermano el herrero Ilmarinen que le
ayudara a fabricar un “sampo”.
Ilmarinen y la Doncella del Norte
Como la
promesa decía que se casaría con la Doncella del Norte quien construyese el
“sampo”, fue Ilmarinen quien se casó con ella. La doncella murió al poco tiempo
a causa de un aplastamiento por su propio ganado.
Ilmarinen
volvió viudo y a su hermano le contó que el rey Louhi no le concedió la mano de
la Doncella, pero que se había quedado con el “sampo”. Los dos hermanos se
reconciliaron y decidieron robar el “sampo”, para que la felicidad estuviera
del lado de Finlandia.
Destrucción del Sampo
Al llegar
a Pohjola, Väinämöinen tocó su mágica “kantele” y el rey Louhi y todo su pueblo
quedó dormido. Robaron el “sampo”, pero cuando Väinämöinen entonó un canto de
victoria, despertó a Louhi y éste les envió una tormenta que destruyó su nave,
y el “sampo” fue destruido.
Vainämöinen
recuperó cuantos fragmentos del “sampo” pudo y los llevó a su país. Ya muy
anciano y a punto de morir, le dio a su país la magia de la primavera, para
contrarrestar los fríos del país del Norte y también le regaló su “kantele”.
Luego se marchó en una nave a un lugar misterioso donde se dice que sigue
viviendo y dispuesto a volver siempre que lo necesite su pueblo.
Imágenes: https://www.google.es
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