La madre del agua
Es una leyenda argentina que se cuenta en Santiago de
Estero y en San Luis. Habla de una mujer
hermosa, rubia de larga cabellera y con cuerpo de pez de cintura para abajo,
que aparece reflejada en los espejos del agua de los ríos y lagunas, y a la que
llaman “la Madre del Agua.” Cuando se deja ver a un caminante o lugareño, éste
queda marcado por la suerte, siempre que no se acerque demasiado y que no
cuente la visión.
Otra versión cuenta que si el afortunado es un joven, la
Madre del Agua tratará de seducirlo para arrastrarlo hasta el fondo y engrosar
así el ejército de muchachos que guardan el tesoro que La Madre del Agua
esconde celosamente
La Madre del Agua en los
Comechingones
Se llamaba así, Comechingones, a una Antigua etnia que
habitaba las sierras de lo que hoy es Córdoba (argentina) en tiempo de la
Conquista. Parece ser que otra etnia, los “salavinón” llamaban “Kamachingan” a
estos habitantes, que en el idioma salavinón significaba “habitante de cuevas.”
Consta que tenían una cultura bastante evolucionada, tenían su propio idioma y
unas creencias relacionadas con la influencia de los astros. La mayor parte de
los Comechingones murió a causa de las epidemias que los conquistadores les
contagiaron, como ocurrió con las demás etnias precolombinas. En la lucha
contra los invasores españoles sobresalió por su bravura el cacique Olayón,
convertido en héroe de leyenda.
Pues bien, también los Comechingones creían en una
bellísima muchacha que vivía bajo las aguas heladas y a quien llamaban la Madre
del Agua. Tan bella como caprichosa, administraba a su antojo el ciclo de la
naturaleza. Hacía renacer la vida en la primavera, si estaba contenta, pero
permitía que la tierra se secara cuando se enfadaba.
La Madre del Agua en San
José del Morro
San José del Morro es un pueblo ubicado en las cercanías
del Cerro del Morro, en la provincia argentina de San Luis. El Morro es un cono
volcánico de impresionante belleza, cuajado de praderas, de lagunas y surcado por arroyos y quebradas. Pues bien
, los habitantes de San José cuentan que el Cerro se enfada cuando se acercan
los desconocidos o pretenden acampar. Entonces brama, produce ventarrones y
tormentas y lleva a los extraños hasta el agua de la laguna, donde la Madre los
espera para arrastrarlos hasta el fondo.
Imágenes: https://www.google.es
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