Olivo della strega (Olivo de
la bruja)
Es un olivo que existe en Magliano, provincia de Grosseto
(Italia). Tiene más de tres mil años, su tronco es muy retorcido y comido por
“la caries olivar”, pero todavía tiene algún vástago con vida.
La rugosa superficie de su tronco ofrece imágenes que
sugieren figuras sorprendentes a las personas que las miran con mente fantasiosa y creativa. Así
hay quien cree ver la cara herida de un hombre, la de una mujer, la figura de
un gato o la cabeza de una mujer con pelo largo y enredado. Parece ser que a la
hora de la puesta del sol es cuando mejor se observan estas imágenes y no es
raro ver a los turistas, cámara en mano, tratando de obtenerlas.
Los lugareños le llaman “Olivo della strega” y sobre él y
su figura se han tejido un buen número de leyendas fantasiosas.
Existen datos históricos acerca de las medidas de este
árbol, cuando estaba en plena producción.
Entre otras, consta que su base medía diez metros de circunferencia.
Hoy está considerado “Árbol monumental de la Toscana” y
existe un premio que se da cada año a la mejor calidad del aceite producido,
denominado “Premio Olivo della Strega.”
El olivo de las brujas
Se cuenta que hay un olivo en Magliano (Italia), que se
hizo famoso porque producía en cada cosecha, muchos centenares de kilos de
olivas.
El dueño del olivo estaba un día mirando sus ramas
cargadas de fruto y calculando la ganancia de la abundante cosecha, que pensaba
llevar a cabo al día siguiente, cuando
acertó a pasar un mendigo hambriento. Pensando que un puñadito de olivas
apaciguaría las quejas de su estómago, se atrevió a pedírselo al dueño. Éste,
que era muy tacaño, despidió al mendigo con palabras duras y agresivas.
Cuando, al día siguiente, los jornaleros acudieron al
árbol para recoger las olivas, observaron estupefactos que el tronco estaba
retorcido, que todas las olivas habían desaparecido y que de sus ramas colgaban
unas escasas y raquíticas habas.
Acudieron a dar noticia al dueño de la extraña
transformación y el hombre no se lo creía. Ante la insistencia, fue a ver su
querido árbol, y se quedó atónito al observar cómo las maduras olivas del día
anterior, se habían convertido en unas tristes habas.
La leyenda termina, afirmando que del hombre nunca más se
supo; que el olivo no volvió a producir olivas, sino habas; y que las brujas
tomaron posesión del árbol, alrededor del cual danzan y celebran sus
aquelarres, ciertas noches del año. Desde entonces se le llama “El olivo de las
brujas”.
(Personal resumen y elaboración de esta leyenda italiana, recogida de la red)
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