El Uirapurú

Son muchas y variadas las leyendas que se cuentan sobre este pájaro de la selva amazónica. En realidad, es un pájaro que tiene un canto hermosísimo pero muy difícil de escuchar porque sólo lo emite durante los quince días que le cuesta cada año construir su nido.

Quizá la leyenda más conocida sea la que narra que un joven, enmorado plenamente de la esposa de un cacique, pidió al dios Tupa que le hiciera olvidar ese amor, al tener conciencia de que ese amor no era posible. La leyenda dice que Tupa accedió a su petición y lo transformó en este pájaro de tan dulce y hermoso canto. Cada noche cantaba para su amada, pero tuvo que huír para siempre a la selva, cuando el cacique, al oírlo cantar, quiso tenerlo para él sólo.

Desde entonces canta en la selva. Se dice que trae suerte a quien lo escucha y que quien encuentra una pluma suya, si es hombre, tendrá una vida próspera; y si es mujer, tendrá suerte en el amor.

Imagen:https://www.blogger.com/

Lopa Mudra

En la mitología hindú Lopa Mudra fue una religiosa y poetisa india, que se casó con el sabio Agastia, el cual la convirtió en una bella diosa tomando las partes más bellas de los animales. Su nombre precisamente significa la pérdida que sufrieron los animales al dar sus bellezas a favor de la diosa. Después Agastia la introdujo en secreto en el palacio del rey y fue una princesa. Cuando creció, Agastia la pidió como esposa y ella accedió, dejó el palacio real y se marcho a la ermita del sabio para vivir con él.

Cuenta la leyenda que, pasado un tiempo, Agastia descuidó los deberes conyugales y Lopa Mudra le llamó la atención escribiendo un poema que le hizo volver al tiempo de las atenciones y del amor. Ella le pidió riquezas y Agastia acudió al demonio Ilvala que le proporcionó las riquezas que hicieron feliz a Lopa Mudra.

Imagen:https://www.blogger.com/

El origen del arcoíris: Iasá

Es una historia de amor entre Tupá, hijo del dios Tupán y una bella muchacha, llamada Iasá,  de la tribu de las Cashinahuas. Cuenta esta historia brasileña que también Anhangá, el demonio, estaba enamorado de la muchacha y, para conseguirla, ofreció a la madre de Iasá muchas riquezas y que ésta accedió a la petición de Anhangá de casarse con su hija. Iasá, antes de casarse pidió a Anhangá poder ver a su amado Tupá por última vez, y Anhangá accedió con la condición de que la muchacha se cortara un brazo para dejar un camino de sangre y tener la seguridad de que no se escaparía con Tupá. Iasá se hizo una herida en el brazo y, mientras caminaba hacia su amado, en el cielo se iba formando un arco con las gotas de sangre. Entonces Guarací, el sol, formó un arco amarillo junto a la franja roja de la sangre; Iuaca, la luna, un arco azul claro; y Pará, el mar, un arco azul oscuro. La sangre de Iasá al mezclarse con el amarillo compuso un arco anaranjado, y con el azul otro arco violeta.  Iasá murió en la playa sin poder llegar hasta su amado y de su cuerpo subió al cielo un arco verde para terminar de formar el arco-iris.

Imagen:https://www.blogger.com

Freyja

Diosa del amor y de la fertilidad en la mitología nórdica.

Vive en su palacio donde, sin su permiso nadie puede entrar.  Allí recoge a parte de los guerreros que mueren en cambate y a las doncellas que se inmolaban después de morir sus amantes. En sus viajes buscando a su marido Od, que un día se fue y no volvió, utiliza a veces un carro tirado por dos gatos y, otras veces lo hacce montada sobre un jabalí. Por el cielo se desplaza mediante un manto de plumas que la transgforma en águila. La búsqueda de Od resulta infructuosa por lo que Freyja llora amargamente  y sus lágrimas se convierten en oro antes de llegar al suelo.

En una ocasión Freyja se encontró con cuatro enanos herreros que estaban forjando un hermoso collar. Freyja se encapricho del collar y pidió a los enanos que se lo dieran a cambio de tesoros de oro y plata, pero ellos dijeron que sólo lo obtendría a cambio de acostarse con cada uno de ellos. Ella accedió y obtuvo el collar que simboliza el ciclo de la vida.

Imagen:https://www.blogger.com

Efflon Obassi (Leyenda nigeriana)

Se trata de una oveja generosa que reparte con sus vecinos los alimentos de su granero. Un día alguien le hace una oferta y vende su granja para comprar con el dinero un piedra brillante de serpiente. La piedra era preciosa pero no le daba de comer. Viéndose sin alimentos pide ayuda a sus vevinos pero éstos se niegan y le reprochan la mala gestión que había hecho con su granja. La oveja, entristecida, regaló la piedra al dios Eflon Obassi, el cual cundo volvió al cielo, de donde había salido para cuidar de la tierra, metió la piedra en una caja. Desde entonces, cuando abre la caja brilla y hay luna llena, y cuando la cierra las noches se quedan sin luz.

Imagen:https://www.blogger.com/