El toloache
Cuenta esta leyenda mexicana que, antes de la conquista por
los españoles, había un rey que tenía siete hijos. Una noche en la que el rey
dormía, oyó llorar a un bebé. Se levantó y encontró una niña de extraordinaria
belleza, justo al lado de la cama. Nadie sabía de dónde había llegado y el rey
la adoptó como hija.
Con el tiempo, la niña creció y se convirtió en una joven
tan bella que los siete hijos del rey se enamoraron de ella. Como la joven no amaba
a ninguno especialmente, sino que a todos tenía cariño, antes que el odio y los
celos terminaran con su paz, decidieron los hermanos luchar entre ellos
hasta que sólo quedara uno, que sería el esposo de la muchacha.
Enterado el rey, del plan concebido por sus hijos, mandó
quitar la vida a la joven, como mal menor y con dolor de su corazón. Los
servidores se la llevaron a una montaña, la hirieron y la abandonaron, creyendo
que había muerto. Pero no habían acabado con su vida, sino que la joven recobró
el sentido y corrió por la selva en busca de refugio. A la luz de la luna pudo
ver como un toloache abría sus flores y pudo oír como una flor le hablaba y le
invitaba a adentrarse en ella. En ese momento la joven se hizo tan pequeña que
pudo entrar en la flor.
Sigue la leyenda diciendo que, desde entonces, nadie la ha
encontrado; y que, aunque los príncipes la siguen buscando convertidos en
mariposas, nunca darán con ella, pues no podrán acercarse al toloache, ya que
su aroma puede ser mortal.