HERACLES - Séptimo trabajo: El toro de Creta
El séptimo
trabajo consistió en la captura del gran toro que lanzaba fuego por la nariz y
que era el padre del Minotauro. Heracles pasó a Creta y pidió ayuda a Minos.
Éste se la negó, pero le autorizó a apresarlo a condición de que lo hiciera
solo.
Heracles lo
capturó y, nadando a lomos de la bestia, regresó a Grecia y se lo entregó a
Euristeo, el cual quiso dedicarlo a Hera. Ésta no lo aceptó.
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HERACLES - Octavo
trabajo: Las yeguas de Diomedes
En el octavo
trabajo tuvo que atrapar a un grupo de terribles yeguas que comían carne
humana, pertenecientes al rey de Tracia, Diomedes.
Para acercarse a
las yeguas, tuvo que matar a Diomedes y con sus restos alimentó a las yeguas
para satisfacer su hambre. Una vez saciadas, se dejaron conducir sin
deficultad.
En concreto eran
cuatro yeguas, llamadas Podargo, Lampón, Janto y Deino.
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HERACLES - Noveno trabajo: El
cinturón de la reina Hipolita
El mismo Ares
había regalado un cinturón a Hipólita como prueba del poder que tenía sobre su
pueblo, como reina de las amazonas, las feroces guerreras.
Heracles, a
petición de Admete, hija de Euristeo, tuvo que ir a por dicho cinturón. Se
embarcó con varios compañeros y tras muchas aventuras, llegó al país de las
amazonas. Hera, disfrazada de amazona, suscitó una disputa entre los hombres de
Heracles y las amazonas y se entabló una lucha campal, Heracles, creyéndose
engañado por Hipolita, le dio muerte y le robó el cinturón.
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