PROMETEO - El
engaño
Una
vez, el pueblo sacrificó un toro a Zeus. Era costumbre ofrecer parte de la
víctima al dios y quedarse el pueblo con otra parte. Prometeo dividió la carne
en dos: una buena y otra buena sólo en apariencia, pues eran prácticamente los
huesos camuflados con la piel. Zeus escogió esta segunda y cuando descubrió el
engaño se enfadó muchísimo y decidió privar del fuego a la humanidad.
PROMETEO - El
castigo
Prometeo se
compadeció de los humanos y robó el fuego de los dioses en un tallo de hinojo y
se les dio a los humanos enseñándoles su funcionamiento. Zeus castigó a
Prometeo encadenándole a una roca y haciendo que una gran águila le devorara su
hígado eternamente, pues cada día Zeus le reconstruía el hígado, para que cada
día el águila lo devorase.
PROMETEO - El
rescate
El héroe
Heracles, hijo de Zeus, rescató a Prometeo, disparando al águila y rescatando
al titán. Cuando Zeus se enteró, estuvo contento por la hazaña de su hijo, pero
quiso que Prometeo recordara siempre que se había portado mal y le condenó a
llevar siempre el anillo de metal con el que estaba encadenado, así como un
trozo de la roca.
PROMETEO – Inmortal
Quiso el azar
que Prometeo se encontrase con el centauro Quirón que, herido por una flecha de
Heracles, tenía unos terribles dolores y quería morir. Pero Quirón tenía el
problema de que era inmortal y tuvo que encontrar a alguien que aceptara su
inmortalidad. Prometeo aceptó y pasó a ser in mortal en lugar de Quirón y Zeus
aceptó la liberación de Quirón y la inmortalidad de Prometeo.
PROMETEO – Profeta
Prometeo tenía
el don de la profecía.
Enseñó a
Heracles la manera de procurarse las manzanas de oro del Jardín de las
Hespérides y le anunció que era Atlante el único que podría cogerlas.
También enseñó
a su hijo Deucalión el modo de salvarse del gran diluvio que Zeus tenía
proyectado para exterminar la raza humana, al aconsejarle que se introdujera en
un arca de madera.